martes, 15 de septiembre de 2009

NUEVO CURSO



Los pobres colegiales empiezan el curso ( ¿pobres?..¡¡cómo les envidio!!...) . Daría al menos un día de mi vida, pero uno suelto, uno cualquiera.. uno de tantos... jeje, por volver al cole, sentir que no hay nada "importante" que hacer, y sobre todo , que no hay nadie que dependa de mí...
Aquella fue una etapa poco aprovechada, porque es ahora que la veo lejos , cuando comprendo, de que debí ser más feliz..., que lo fui, pero darme más cuenta...
Las amigas que conservo de entonces, son amigas sin tiempo. Si nos encontramos por casualidad,no hace casi falta ponerse al día, porque aún queda el rescoldo que se aviva con un par de besos...
Muchas veces he soñado con volver al cole..., pero siempre en forma de pesadilla: hay un examen y no me escribe el bolígrafo, o no tengo papel, o, increíblemente las puertas se han hecho diminutas y no quepo por ellas...Dicen ( no me lo creo), que éso son problemas no resueltos...
Recuerdo a las monjas como pequeños grandes fantasmas, salvando tres o cuatro, creo que lo eran, vivían en un mundo de "suhto o muehte", porque tooodo era gravííííísimo.¡Cómo me gustaría HOY, decirles cuatro cosas!, pero la verdad que es que no daban para más. Había en cambio alguna, que dejó huella en todos quienes pasaron por su clase.Eran maestras vocacionales,gente que gozaba enseñando y sabía transmitir más allá de lo que dicen los libros.
Empieza el curso, sí, ¡¡con agua!!...Por aquél entonces, yo llevaba siempre un paraguas plegable en la mochila...Ya escampará, ...mismamente en un rato...jeje.
Tal vez deberíamos empezar el curso cada semana, o cada día, y hacernos la mochila de nuevo, esperando volver a casa repletos de buenos sabores como el bocata del recreo, buenas " vivencias", como el haber por fin ganado a la rayuela o ése gustillo que da el haber sacado un 10 en mates...La vida debería, como decía mi hijo mayor de chico, poderse " regobinar", y...empezar de nuevo.