Te cuelas en la vida desde el minuto cero, aunque haya quien empiece a contar desde la primera respiración,no es así.El tiempo empieza a contar desde el instante en que te conciben,con más o menos amor...: justo ahí comienza la aventura, " si te dejan"...
Haces que la piel cambie de células, que el cerebro pierda neuronas y ya no las recupere, eso sí,le das la oportunidad de abrir nuevas rutas, muy considerado por tu parte, y que olvidemos dónde dejé las gafas, o el nombre de alguien que veo poco y me lo encuentro de improviso.Eres cruel y bondadoso a la vez,porque nos quitas presente pero nos das pasado.No sé qué esperar del futuro, porque no es mío,no sé si llegará para mí, ni cómo me tratará, es algo inquietante visto lo visto:porque aunque te propongas lo contrario años antes, acabas estorbando, creo que da igual cómo seas y cómo sean quienes te rodeen...no cabes, ya no tienes sitio...Aunque te dejaras la piel a jirones en sus vidas,eres sólo un trasto inútil.
Hoy no es que esté depre, estoy realista.
Mi percepción de lo efímero de la vida es bastante cutre: cuando relleno el pastillero de quien toma medicación en casa, casi me parece ridículo...me digo ¡¡Dios!! ,¿ya?...pero si...
Pues sí... el tiempo,-el otro-puede ser maravilloso,sobre todo en otoño,con los ocres bailando por los bosques y pintando el suelo urbano, con la chaqueta siempre a cuestas,con las castañeras que hacen que el aroma del tráfico sea más fumable,(¡qué rico estaba el tabaco, joé!),con los armarios en plena mudanza, aquí, eterna, nunca acaba de irse el verano y el invierno, zas, aparece de repente y te pilla casi en cueros...
Como decía Jhon Lennon :" la vida es eso que pasa mientras tú haces otros planes".
