lunes, 29 de enero de 2018

Y POR FIN LA PAZ...

Resultado de imagen de paz interior

Hace apenas una semana que sabemos que te fuiste. Fue una muerte temida y anunciada, incluso por ti. Te perseguían lo que siempre creímos paranoias que hasta te llevaron a ingresos hospitalarios. "Me van a matar y simularán que es un suicidio".......
He ¿superado? la muerte de mi primer hijo, la de mis padres, a quienes adoraba. Pero esto tuyo no había forma de afrontarlo. Mucho muchísimo dolor, pero sobre todo ninguna paz.
Ayer, mi amigo sacerdote, Joaquín , por medio del Sacramento de la Reconciliación me devolvió esa paz que tanto echaba de menos. Me hizo aceptar que tu muerte fue por una enfermedad de tu cerebro. Y aunque el corazón diga otra cosa, no pudimos hacer nada más que lo que hicimos.
SIEMPRE me quedará la duda. Porque repetiste hasta la saciedad que JAMÁS te suicidarías, primero porque eras cristiano. Y también por no dejar esa losa tan grande como herencia a tus hijos, a los que adorabas más que a nadie en este mundo y de los que estuviste privado, y de qué forma. Que Dios perdone a los responsables...("los, artículo indeterminado, expresa a ambos géneros, femenino y masculino". RAE).
Te querré, cada día de mi vida. Te añoraré, también cada día de mi vida. Mil besos, querido hermano.

No hay comentarios: